Marcos 3:13-19
Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios…

La dirección buscada (v. 13a)

Según el pasaje paralelo de Lc. 6:12, el Señor había ascendido al monte para estar a solas y orar al Padre. La decisión que tenía por delante era demasiado importante para tomarla a solas. Así mostró nuevamente su dependencia de Dios, aunque esto se revela con mayor detalle en el evangelio de Juan.

Dios mira al mundo entero y no da a nadie por perdido.

La determinación demostrada (v. 13b).


La voluntad del Señor. Aquí comienza una nueva elección de la gracia. La nación escogida, representada en sus líderes, había fracasado; por eso se hace necesario un nuevo comienzo. “Llamó a sí a los que quiso” da énfasis especial a la elección soberana de Jesús (ver Jn. 15:16).

Nosotros no escogemos ser siervos de Cristo, ni tampoco existe un autollamado. Es el Señor el que escoge y ordena a los que habrán de seguirle para aprender de él y luego servirle. El toma la iniciativa.

El llamado

Nosotros también hemos sido escogidos para ser sus discípulos (Juan 15:16 “Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.” ), es decir para seguirle de cerca aprendiendo de él y sirviéndole.

Estar con él

Para comunión, íntima relación y aprendizaje. Esta era la esencia de su programa de entrenamiento: permitir que sus discípulos estuviesen con él. Sería el período inicial de capacitación y preparación, tan esencial para el ministerio posterior, observando cómo él integraba a la perfección la enseñanza y la práctica

Nosotros en su compañía

El Señor también desea nuestra compañía. Pasemos tiempo con él antes de salir como sus representantes. Primero comunión y después servicio. Este sigue siendo el mejor método de discipulado: capacitación por ejemplo y asociación personal pues el carácter no se enseña sino que se muestra (Jn. 13:15); entrenamiento e instrucción (Mr. 4:34). Claro que exige, como en el caso del Señor, sacrificio, dedicación de tiempo a aquellos que se discipula y prácticamente la pérdida de la vida privada.

Enviados por él

Para predicar, porque serían embajadores con el mensaje del evangelio. La proclamación de la Palabra de Dios, como heraldos del Señor, era su método básico de evangelización.

Ya que ellos no disponían de poder propio. Les confirió poder sobrenatural y autoridad para sanar enfermedades y echar fuera demonios. El poder de obrar milagros corresponde a la naturaleza del oficio apostólico como delegados y representantes únicos del Señor en aquellos días. Hoy los apóstoles nos siguen enseñando por medio de sus escritos inspirados (Jn. 17:20; 1 Jn. 1:1, 2, etc.). Estas serían sus credenciales como siervos del Señor.

El ministerio de los discípulos, pues, habría de ser una extensión del suyo. Lo mismo sucede con nuestro ministerio.

¿Quién sino sólo Jesucristo podría convertir una compañía tan poco auspiciosa de personalidades distintas e imperfectas, en lo que llegó a ser?

Así pues, aún hay esperanza para nosotros como sus discípulos. Todo esto también es una ilustración del principio de. Además de aprender por la comunión con el Señor, debían aprender de la convivencia y el trabajo en equipo.

Los discípulos serían el fundamento humano edificado sobre la piedra angular (y singular) de Cristo (ver Efesios 2:20 “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular,” ; Apocalipsis 21:14 “El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.” ).

El Señor bendiga tu vida.