Juan 5:39
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

Las Escrituras que dan Testimonio de Cristo

En este versículo, Jesús está hablando a los fariseos, quienes eran expertos en las Escrituras. Ellos estudiaban las Escrituras minuciosamente, creyendo que en el conocimiento de la ley y los profetas encontrarían la vida eterna. Sin embargo, Jesús les muestra que aunque conocen las palabras de las Escrituras, no han comprendido su verdadero propósito: señalar a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, quien es la fuente de la vida eterna.

Este versículo nos recuerda que el estudio de la Biblia no es simplemente un ejercicio intelectual. No se trata solo de acumular conocimiento o cumplir con una obligación religiosa. El propósito central de las Escrituras es revelarnos a Cristo, para que podamos conocerlo, amarlo y seguirlo.

Aplicación para nuestra vida

Busca a Cristo en la Palabra:
Al leer y estudiar la Biblia, nuestro enfoque debe estar en encontrar a Cristo en sus páginas. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia está llena de revelaciones sobre quién es Jesús, lo que ha hecho por nosotros y cómo podemos vivir en relación con Él.

Acción Práctica: Al leer la Biblia, pregúntate: «¿Qué me está revelando este pasaje acerca de Jesús?» Permite que cada lectura te acerque más a Él.

Estudio con Propósito:
Jesús nos advierte contra el peligro de estudiar las Escrituras de manera superficial, sin permitir que transformen nuestros corazones. No se trata solo de leer, sino de meditar en la Palabra, aplicarla a nuestras vidas y permitir que nos transforme.

Acción Práctica: Dedica tiempo a meditar en los versículos que lees, preguntándote cómo puedes aplicarlos a tu vida diaria. Pídele a Dios que te dé entendimiento y te guíe a vivir según Su Palabra.

Vida Eterna a través de Cristo:
Jesús es la clave de la vida eterna, y las Escrituras nos llevan a Él. No es suficiente conocer la Biblia; necesitamos conocer a Jesús personalmente y aceptarlo como nuestro Señor y Salvador.

Acción Práctica: Si aún no has aceptado a Jesús en tu vida, este es el momento para hacerlo. Invítalo a ser tu Señor y Salvador, y confía en que en Él encontrarás la vida eterna que las Escrituras prometen.

Compártelo con Otros:
Al conocer a Cristo a través de las Escrituras, somos llamados a compartir esta verdad con otros. Hay muchas personas que conocen la Biblia, pero aún no han encontrado a Jesús en sus páginas. Somos llamados a ser testigos de Su amor y gracia.

Esta palabra nos recuerda la importancia de buscar a Cristo en las Escrituras y de permitir que la Palabra de Dios transforme nuestras vidas. Al hacerlo, encontramos no solo conocimiento, sino la vida eterna que Jesús ofrece a todos los que creen en Él.

El Señor bendiga tu vida.